La era del Homo Sentiens, en camino al Homo Credens

Representación conceptual de la evolución humana con tres figuras o caminos que se ramifican: el digital (Homo Technologicus), el emocional-etéreo (Homo Sentiens) y el cósmico-simbólico (Homo Credens). Simboliza la integración de la mente, el alma y el espíritu.
Mente, alma y espíritu: La clave de la próxima evolución no es elegir un camino, sino lograr la integración de todo lo que somos.

Seres humanos

Las posibilidades que tenemos los seres humanos de evolucionar se pueden identificar en varios campos según las convicciones de cada uno, pero primero debemos hacer una distinción entre evolución biológica y evolución de la consciencia.

La evolución biológica se da en el Homo Sapiens, donde se define lo que somos en nuestro aspecto físico y nuestras capacidades potenciales para el uso de la red neuronal de nuestro cuerpo al servicio de la supervivencia.

Uno de los aspectos más destacados del Homo Sapiens es su capacidad para interactuar con el mundo físico desde la abstracción simbólica. Se despega del mundo físico para, sobre la base de su interpretación, construir una realidad guiada por el pensamiento.

Así evoluciona, creando herramientas, estrategias de supervivencia, recuerdos, palabras y sociedades. Y en este camino, crea un mundo que antes no existía: el mundo interno, el mundo de las emociones y los sentimientos.

Es tan profundo este cambio en la realidad del Homo Sapiens que, paulatinamente, sobre su base biológica construye un ser ontológico distinto, al que llamamos ser humano.

Así como el universo físico es la razón, el universo de las emociones y sentimientos es el alma. La dynamis (la potencia esencial) del ser humano no se encuentra en la biología, sino en su capacidad de evolucionar en sus mundos intangibles.

Mente, alma y espíritu son las dimensiones que el ser humano puede habitar, pero es tan amplia la gama de percepciones que somos capaces de vivenciar que la energía se materializa en infinitas experiencias, muchas de ellas antagónicas para la mirada de cada persona.

Sin embargo, el Homo Sapiens tiene una capacidad evolutiva que se hace latente en cada manifestación de su existencia, pero aún no ha logrado habitarla de manera consciente.

Para que se entienda mejor, les dejo un ejemplo. Antes de que el Homo Sapiens lograra su capacidad racional, tenía en su mente una nube de pensamientos que no era capaz de procesar. Estaba latente su capacidad para construir narraciones simbólicas, pero no tenía la estructura que acomodara ese cúmulo de ideas en algo que le permita darle sentido narrativo.

Así, el ser humano de hoy se encuentra en su potencial de interpretación de las alucinaciones que nos atraviesan permanentemente en nuestra cotidianeidad. El misticismo ha creado fantasías en torno a esas alucinaciones, intentando darles sentido racional. Pero en ese proceso confundió los universos del alma y del espíritu.

Así como el presapiens creyó que el miedo era tan real como el depredador que lo acechaba, el sapiens confunde las manifestaciones del alma con las del espíritu.


Ramificaciones Evolutivas: Los Próximos Pasos

La evolución del sapiens tiene dos caminos posibles de ramificación:

  1. El Homo Technologicus: La tecnología modificará nuestra biología y capacidades de procesamiento de información. Seremos seres eternos, mientras tengamos una fuente de energía que nos permita mantener nuestras estructuras físicas.
  2. El Homo Sentiens y, posteriormente, el Homo Credens: Un camino donde la humanidad puede experimentar su potencial (dynamis) poniendo en presencia sus capacidades de conexión con los universos que lo rodean que no tienen una esencia física.

Los universos del alma se nos manifiestan como alucinaciones que, por ponerles un nombre, podríamos llamar fantasmas.

Y nos quedan por habitar también los universos del espíritu que, para traducirlos al lenguaje de los conceptos, podríamos decir que se encuentran en el plano de la existencia, donde habitan conciencias que son capaces de manifestarse en el concepto atemporal de la eternidad.

El camino del Homo Technologicus está prediseñado y es el más racional que podríamos avisar, porque mantiene la lógica del Homo Sapiens. Pero los caminos del Homo Sentiens y el Homo Credens se nos configuran como potenciales que, al no tener la tecnología para traducirlos al lenguaje de la razón, aún se manifiestan como alucinaciones y fantasías.

Creo que las próximas versiones evolutivas del Homo están incluidas en las versiones posibles que los seres humanos seamos capaces de manifestar. El camino para comprenderlas y habitarlas es el de la integración, para lo cual el pensar, el sentir y el creer deben entrar en comunión.ue tal vez sí. Pero lo escribo la semana que viene, si es que sigo existiendo.

Desde tu ahora, en mi pasado, gracias por este presente.

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