El profeta y el mendigo.

Misión y propósito, ¿cuál es la diferencia?

Una mañana, un mendigo se acercó a un profeta mientras enseñaba a la multitud y le preguntó: «¿Por qué algunos tienen fortuna y otros, como yo, viven en desdicha?».

El profeta, queriendo darle esperanza, le respondió: «Todos tenemos una misión y un propósito. Tu misión, hermano, es recordarnos lo mucho que tenemos al verte sin nada. Y tu propósito es encontrar cómo ayudar a los demás sin vivir en la miseria».

El mendigo abrazó al profeta y dijo: «Gracias, aún tengo mucho por recorrer».

El profeta le sonrió y añadió: «Has preguntado por tu misión y tu propósito. Sigue caminando hasta que ambos se unan en un solo camino que te haga dichoso».

Moraleja: aunque las circunstancias de la vida puedan parecer injustas o desiguales, cada persona tiene un rol que cumplir. La misión de uno puede ser una enseñanza para los demás, mientras que el propósito es un camino personal hacia la plenitud. Al encontrar la armonía entre estos dos caminos, se alcanza la verdadera dicha.

Desde tu ahora, en mi pasado, gracias por este presente.

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