El corazón completo

Lo evidente, no hace sentido.

Un día una niña se acercó a su abuelo que estaba a punto de fallecer y le preguntó: abuelo, ahora que estás cerca de este final, ¿sientes miedo?

El abuelo la miró y le dijo: «Te responderé, pero primero dime, ¿cómo me vas a recordar?».

La niña, con una lágrima brotando de sus ojos, le dijo: «abrazándome y haciéndome sentir bien».

El abuelo besó a su nieta y le dijo.

Ya no siento miedo, ahora tengo el corazón completo.

Cerró sus ojos, sonrió y murió, sabiendo que en el mundo su trabajo estaba hecho.

Desde tu ahora, en mi pasado, gracias por este presente.

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