¿Cómo elegir nuestro destino?

Navegando en los mares del tiempo.

Los mares del tiempo

Si fueras el capitán de un barco decidiendo hacia dónde navegar, ¿cuál sería la primera pregunta que te harías para elegir tu destino?

Supongo que, dependiendo del momento de la vida, elegiríamos distintas cosas: tal vez un destino para abastecernos de víveres, para vivir nuevas experiencias, para disfrutar de lugares desconocidos, para descansar o simplemente para viajar por el simple hecho de disfrutar el viaje.

Pero cuando nos ponemos al mando del timón para navegar en los mares del tiempo que llamamos vida, surgen algunas preguntas más complejas, sobre todo aquellas que tienen que ver con el porqué y el para qué hacer el viaje.

Seguro que alguna vez te has cuestionado algo sobre esto y, si bien puede que el mapa de las respuestas no sea todo lo claro que te gustaría, por lo menos tienes un camino que te orienta hacia dónde ir y que te genera satisfacción.

Esos destinos suelen ser los viajes culturales, donde visitamos los lugares que todos deberíamos conocer porque así está establecido en nuestros mandatos familiares y sociales. Sin embargo, algunas veces esos destinos no se sienten tan cómodos, y hay una voz interna que nos pide buscar nuevos mapas.

Son esos momentos cuando entramos en crisis, nos damos cuenta de que algo no está funcionando y nos ponemos a buscar en los mapas de la vida los destinos donde creemos que pueden estar las respuestas. Existen algunos viajeros o buscadores de sentido que creen que los mapas de la vida no son suficientes e intentan encontrar destinos en los mapas de la existencia.

Pero antes de tomar el mapa que decidas elegir, hay una pregunta que, a medida que nos volvemos conscientes, debería tornarse rutinaria: ¿qué busco en este viaje?

Es una pregunta simple, pero sin tener claro lo que espero, puedo elegir un mapa de la vida cuando en realidad necesito un destino existencial o viceversa. No es lo mismo hacer un viaje a Ibiza cuando lo que necesito es un retiro espiritual en la India. Definir el destino es crucial para elegir los mapas y trazar los caminos.

Hay que tener en cuenta que, ya sea en los mapas de la vida o de la existencia, las aguas por donde navegaremos mientras estemos en esta hermosa condición humana serán los mares del tiempo.

Y para responder a la pregunta sobre cómo elegir nuestro destino, una manera que a mí me sirve es imaginar el viaje y ver, al final del mismo, qué me quiero llevar en la mochila del alma. Cuando tengo una imagen mental clara, me dirijo a la biblioteca de los mapas y busco los mejores destinos donde espero encontrar las respuestas a mis preguntas.

Uno de mis viajes más hermosos es el de ser papá, y sueño con que, al final del viaje, pueda buscar en la mochila de mi alma y encontrarla llena de amor con mis hijos. Para lograr eso, seguramente tendré que recorrer muchos destinos con los mapas de la vida y de la existencia, pero siempre con la imagen clara de lo que espero al final del camino. Sueño con poder darles el ejemplo a mis hijos sobre cómo elegir sus destinos y dándole sentido a su existencia.

Que disfruten el viaje, que elijan sus propios mapas y que sueñen con los destinos que, más allá de los mandatos, los ayuden a responder la pregunta: ¿qué busco en este viaje?

Desde tu ahora, en mi pasado, gracias por este presente.

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