El amor, el apego y el dolor
Una historia de trasnformación

Un día, el amor entró en la mente buscando al dolor para convertirlo en luz, pero se encontró con el apego. El amor le dijo que venía a sanar al dolor, pero el apego le respondió que mientras él estuviera ahí, eso no sería posible.
El amor intentó iluminar la mente para encontrar al dolor, pero no pudo. Confundido, le preguntó al apego por qué no lograba encontrarlo. El apego le explicó que la mente lo había puesto ahí para tapar todos los vacíos. Le dijo que cuanto más brillara el amor, más grande sería su sombra. En la mente, el apego mandaba, y siempre habría una sombra que impediría que el amor lo cubriera todo.
En ese momento, el amor entendió que el dolor era la sombra del apego. Mientras el apego siguiera en la mente, el dolor seguiría existiendo.
El amor regresó al alma y le contó que no podía calmar el dolor, ya que la mente tenía sus propios «guardianes». El alma, con calma, le dijo que no se preocupara, que aunque no pudieran convertir el dolor en luz, con el tiempo podrían transformarlo en paz.
Desde tu ahora, en mi pasado, gracias por este presente.